Liderazgo personal
Cuando en Coaching Ontológico hablamos de liderazgo personal, nos referimos a un particular liderazgo que radica en entrenar el ser que se va siendo. Ese entrenamiento que posibilita, al hacerlo adecuadamente, ir creando a conciencia la vida que se elige vivir en cualquiera de sus aspectos.
Esta acción no puede ser encarada en soledad, será necesario recurrir a profesionales competentes que acompañen eficazmente en un proceso de profunda transformación personal, apoyando a que la persona vaya al encuentro de sí misma, redescubriendo su potencial, conectándose positivamente con aquellas aptitudes que ya posee y que tal vez, por diversas circunstancias, no desarrolla. Será necesario que también revea creencias muy arraigadas que pudieron haber condicionando o paralizando su accionar productivo hasta este presente.
Llegar a dicha transformación radica, entre otras tantas cosas, en correr cegueras, logrando ver así como posibilidad de acción lo que hoy no se está viendo como tal y que lleva a que se actué como se actúa sin obtener los resultados que se buscan. El resultado pretendido reside en ampliar considerablemente el campo del hacer, pudiendo observar previamente las situaciones, e incluso a sí mismo, desde un lugar de mayor amplitud. Para que esto suceda será necesario por otra parte, prescindir de aquellos juicios de valor que estancan y modificar esas emociones recurrentes que paralizan a la hora de enfrentar nuevos escenarios, sintiendo que ante ellos se corren serios riesgos o bien, elegir quedarse en la llamada zona de confort por la comodidad que suele implicar.
Volviendo estrictamente al liderazgo como concepto podemos indicar que estamos más habituados a concebirlo como una acción que se ejerce sobre otros pero no desde la idea de hacerlo con uno mismo.
El liderazgo personal por lo tanto representa una acción que se basa en gran medida en hacerse cargo de las decisiones que se toman y las elecciones que se realizan, sin ya caer en la tentación de responsabilizar a los demás o a las circunstancias externas de aquello que nos desagrada transitar como experiencia o bien responabilizarlos por lo que no hacemos o abandonamos a medio hacer. En definitiva, son dichas decisiones y elecciones las que, en gran medida, nos acercan o alejan de nuestros propósitos. Se puede modificar dicho comportamiento, gracias a una toma de conciencia responsable y comprometida, sabiéndose protagonista de la propia vida, saliéndose de la otra postura en la que tantas veces se suele caer, la de víctima.
Esto no significa que la vida termine resultando siempre como se espera, sino reconocer que cada uno de nosotros somos quienes elegimos como proceder, incluso ante aquellos imponderables o situaciones desagradables que se nos imponen a lo largo de toda nuestra existencia.
Ahora bien, para que resulte efectivo lo que vengo expresando hasta aquí, para que gracias a este liderazgo personal nos acerquemos cada vez más a nuestros objetivos, metas, a vivir la vida que deseamos y convertirnos en la persona que decidamos ser es necesario transitar previamente un proceso de autoconocimiento muy profundo que parte en primer lugar de la aceptación total de quienes vamos siendo, incluso de esos rasgos o características que disgustan o se niegan de sí. Es imprescindible abrazar amorosamente nuestra totalidad para luego cambiar lo que consideremos necesario modificar. La posibilidad de cambio sólo puede darse cuando se logra conectar con la propia esencia, con esa que sabe lo que en verdad queremos, lo que ya no deseamos vivir; desarrollar la capacidad de escucharnos y hacernos caso.
La autoestima, ese amor a sí mismo, la confianza en nosotros mismos representan ejes fundamentales que tenemos que observar. Quien logra amarse, desde esa aceptación total que acabo de mencionar, es quien termina estando más habilitado para considerarse merecedor de lo positivo que elija para vivir de aquí en más.
Un liderazgo personal nunca es producto de la casualidad, de la suerte o el azar, sino del compromiso con hacer que las cosas sucedan. El camino para llegar al éxito en cualquier proyecto que se emprenda requiere sin duda alguna de un tenaz liderazgo de nuestra parte.