¿Levantar muros o tender puentes?
Tal vez sean los años, quizás sea la experiencia, ya no fanatizo ideas ni creo que ese sea un sano comportamiento que aporte a mi vida. Elijo ahora enfocarme en una mirada mas amplia y en la observación de los hechos. Concibo que la realidad es producto de subjetividades, vistas éstas desde el particular lugar donde cada uno se encuentra, ni mas ni menos que eso. De ahí que se conciban tantas realidades diferentes como seres humanos somos.
¿Mis opiniones son mas válidas que la de un otro? No.
¿Yo tengo la verdad y el otro es el ignorante? No.
¿Yo sí sé como las cosas son? De ninguna manera, sólo tengo mi percepción.
Ante esta nueva página en la historia del mundo que estamos atravesando existen miradas mas individualistas, otras mas colectivas. Lo que sí es que cada cual considerará más importante diferentes cuestiones; es lógico que así suceda de acuerdo al observador que vamos siendo.
El derecho de pensar y sentir lo que se piensa y se siente es totalmente legitimo, nos cabe a todos como seres racionales y también emocionales que somos.
A lo que humildemente invito a reflexionar es sobre esa necesidad de descalificar y agraviar al que observa, piensa y siente diferente; sea quien fuere y desde que lugar lo hace. Ese otro que puede ser también familiar, amigo, compañero de tareas, alguien a quien mucho se quiere y con quien se comparte otras instancias de la vida, mas allá de que su mirada del mundo y su realidad no coincida con la nuestra.
¿Para qué levantar muros si podemos tender puentes?