Soltar las expectativas
El soltar las expectativas nos conecta con dejar fluir las situaciones, dejar de lado el control que nos hace prisioneros de los debería ser, esperando que las cosas sean como queremos que ocurran en el momento que lo deseamos. Esto, sin más, nos trae ansiedad y angustia, y muchas veces nos frustra.
Sepamos diferenciar el proyectar, el visualizar, el alinear emociones con los objetivos y el ponernos en acción para que lo deseado suceda, de aquello otro de querer que todo sea ya, de no poder ver y conectar también con ese fluir propio de nuestra existencia, con los imponderables que nos excenden, con las pruebas que se nos presentan sin pedir permiso y así y todo decidimos transitarlas.
Como todo en la vida es necesario, por nuestro bien, buscar y encontrar el equilibrio, aceptar lo que va siendo sin resistir, aprendiendo de la experiencia, comprender que a veces no es «el momento» para que lo proyectado ocurra y que solo se trata de aprender a esperar a que las condiciones esten dadas. Ese Universo del que todos somos parte puede mostrarnos señales, abrirnos a ver con los ojos del alma y comprobar que para lo que desde el corazón deseamos concretar, tendrá su momento para que suceda.