DESAPRENDER PARA APRENDER
Desaprender para aprender a quitar de nuestra mente todo aquello que nos dijeron sobre nuestro hacer, nuestra apariencia, nuestros sueños, nuestra visión y misión de vida, y que concebimos como «la verdad».
Desaprender para aprender a soltar los mandatos, los debería ser, en definitiva, las creencias que pudieron habernos llenado de culpa, inseguridad, haciéndonos sentir inferiores, infelices, incapaces, faltos de amor o inmerecedores de lo que anhelamos para nuestra vida.
Desaprender para aprender a creer firmemente en nosotros. Tener seguridad de nuestras fortalezas, poder personal, capacidades y talentos. Desaprender para aprender a anteponer la importancia de lo que vamos siendo, mejorando, puliendo como la mejor creación. Seres maravillosos, con Luz propia. Seres bellos alejados de aquella belleza construida por la mirada subjetiva que responde a cánones de época.
Desaprender para aprender a abrazarnos, recuperando la confianza y la libertad que nos arrebataron, las ganas de volar que teníamos cuando éramos niños, volver a reír con ganas, a confiar en nosotros, a creer que podemos, a soñar en grande…
Desaprender para aprender a enfrentar nuestros miedos y traspasarlos, a sonreir desde la simpleza.
Desaprender para aprender que no somos todo lo malo que nos dijeron que éramos.
Desaprender para aprender a empezar una vez más, pero ya más concientes, más valientes, más fuertes.