¿Quien voy siendo?
Preguntas que podemos ir haciéndonos. Respuestas que podemos ir descubriendo. Unas y otras nos traen información valiosa sobre nosotros mismos en esa construcción de la propia identidad. Un mundo nuevo, hasta entonces tal vez desconocido, se abre sin más frente a nuestros ojos y está en cada cual qué hacer a partir de ese invalorable momento.
¿Quién voy siendo? Sin duda alguna es uno de los grandes interrogantes, es la puerta de ingreso al autoconocimiento por excelencia.
Pregunta que se repite una y otra a lo largo de la vida, en diferentes momentos y ante distintas circunstancias: ¿quién voy siendo? Sin duda tiene que ver con una acción en proceso, entendiendo que nadie, absolutamente nadie es de determinada manera. Vamos siendo en constante cambio y transformación. Nunca somos los mismos. Ni con todos, de manera igual.
Todo lo que vamos siendo habla de nosotros, de nuestra particular manera de relacionarnos, de expresar, de callar, de nuestras emociones y sentimientos, de nuestros logros, de nuestros fracasos, de nuestras sombras, de nuestras luces. En definitiva, de nuestra historia.
¿Quién voy siendo? Es la suma perfecta entre quien estoy decidiendo y eligiendo ser en cada instante de la vida, incluso cuando considero que otros están decidiendo y eligiendo por mí.
¿Quién voy siendo? En mis acciones, en mis reacciones, en mis palabras, en mis silencios, en lo que expreso y en lo que callo.
¿Quién voy siendo? En los diferentes roles que me tocan socialmente.
Las respuestas a este interrogante, y digo respuestas porque a medida que más profundo se va al interior de sí, más información iras descubriendo; te irán permitiendo como lo expresé anteriormente, un mayor conocimiento de tu propia persona, una aceptación de tu historia, de lo transitado hasta aquí y ahora en cada uno de los aspectos de tu vida. Un llamado a reconocerte en tus emociones, identificarte con tus particularidades en el sentir, en lo afectivo. Un reconocerte en las historias que te relatas sobre vos, sobre los que te rodean, sobre las situaciones actuales y pasadas, sobre tus vínculos, tus deseos y tus sueños.
Y en esa aceptación de lo que fue y es tu transcurrir vital está sin duda el poder evitar los juicios de valor sobre sí mismo. Lo que hiciste en el pasado, sin duda alguna fue producto de quien fuiste en ese momento, en aquel entonces con las herramientas que tenias disponibles, con lo que era en definitiva tu conocimiento de la vida. Muchas veces corremos el riesgo de evaluar el pasado, con la experiencia que contamos hoy, algo que puede llenarnos de dolor, de resentimiento y aún peor, paralizarnos, dejando de lado la maravillosa oportunidad de revisión y cambio…
Regreso a la pregunta inicial ¿Quién voy siendo? A lo que ahora agrego ¿Quién decido ir siendo? En ese decidir, en ese elegir no tan solo está implícita la propia libertad, está también el pasar a ser protagonista de la propia vida con todo lo que ello implica…