Capacidad de disfrutar
El disfrutar de la vida, de lo simple y cotidiano es una capacidad que puede desarrollarse y depende de cada uno aprender a hacerlo.
Esa capacidad a la que me refiero radica en conectar ante todo consigo mismo, conectar de una manera amorosa, permitiendo abrazar la totalidad de nuestro Ser. Es iniciar un camino de autoconocimiento, de saber y distinguir que nos agrada realizar, con qué mimarnos cada día. Representa conectar con aquello a lo que dedicándole unos minutos por día logra cambiarnos el ánimo, nos recuerda el valor propio, lo que merecemos, permitiendo así colaborar en el logro de la armonía interior.
Ejemplos hay muy variados y a cada uno le sirve lo que es de su preferencia, el desafío es descubrirlo y poder realizarlo. Hacer aquello que haga sentir bien, en armonía, dedicando minutos u horas a lo que gusta realizar y que represente la verdadera terapia. Esos bálsamos que podemos regalarnos, que merecemos, es muestra de amor hacia nosotros mismos.
Desarrollar la capacidad de disfrutar es conectar con lo simple, con lo cotidiano de una manera distinta, sin sobresaltos, haciendo uso de nuestros sentidos de manera plena. Descubrir lo nuevo y redescubrir lo ya conocido. Reconocer que no se necesita aquello que no tenemos, sino que desde lo que está a nuestro alcance puede servir, siempre y cuando permanezcamos presentes a lo que estamos haciendo, sin mirar hacia atrás ni adelantarnos en el tiempo. Que sean esos instantes, esos momentos, un pleno presente.
Tantas veces, quizás muchas, actuamos por inercia, en piloto automático. Sería entonces éste un momento para replantear nuestra conducta. Transformándonos en protagonistas, aprender a vivir cada instante en intensidad. Sabemos que tal pasan los años, todo parece acelerarse, por lo cual tenerlo en claro es lo que puede marcar la diferencia. Si estamos haciendo algo gratificante, enfocarse en eso y nada más, hacerlo eterno en sensaciones.
Solo cuando aprendemos a disfrutar de nuestra propia compañía seremos capaces de disfrutar del encuentro con un otro: una salida, una charla, divertirse en una fiesta o hasta compartir un viaje. Nada es ni será igual cuando despertemos a aquello que solo nosotros podemos otorgarnos y que haciéndolo cambiara la perspectiva de cada día con todos sus matices.