Cada persona tiene su propio tiempo para decidir transitar su proceso personal. Un proceso personal que lo inspira a iniciar el camino del autoconocimiento, de reconocerse como la persona que va siendo en todos sus aspectos, conectando quizás por primera vez con lo que siente ante lo que fue y ante lo que es en este aquí y ahora. Desarrollando la capacidad de saber más sobre su propio Ser, observando con la misma intensidad sus luces y sus sombras, abrazando sus dudas, sus temores, sus incertidumbres.

Cada persona transita este sabio aprendizaje a su ritmo, respondiendo como puede cada una de sus necesidades, Puede también en su ser libre elegir no transitarlo, y ese es también su derecho.

Visto está que quien experimenta algo de todo esto no vuelve a ser nunca el mismo, algo nuevo se moviliza en su Ser, algo que estaba dormido se despierta.

Lo valioso es tener la posibilidad y brindarse la oportunidad.

Liderar la propia vida, hacerse cargo de sus elecciones y decisiones, comprometerse con lo que desea para sí, hacerse responsable por los aciertos y errores, ser coherente con sus valores, buscar y encontrar el equilibrio necesario para que su bienestar sea posible. Ser flexible consigo mismo y con los otros, prestar atención a sus pensamientos, esos mismos que son generadores de sus acciones y éstas de la realidad que construye.

Bienvenido sea el momento de inicio del camino de cada uno, ese momento único que cada cual sabe cuando y de qué manera.

Vivir es un desafío, tomarlo, una bendición…