Ansiedad, mal de nuestro tiempo
La ansiedad como toda emoción se siente en el cuerpo y tiene sus consecuencias para la salud. Sentirla es parte del ser humano y a todos cabe. El inconveniente se inicia cuando se percibe fuera de control, perjudicando notablemente la vida de todos los días: la laboral, la social, la familiar.
Cabe aclarar que la ansiedad se puede sentir ante situaciones que se consideran sobrepasan la propia capacidad de responder efectivamente, ante temores imaginarios, o no, ante preocupaciones de la vida cotidiana e incluso cuando se espera algo positivo pero con el deseo incontrolable de que suceda ya.
El vértigo de la vida actual, la crisis económica, la incertidumbre social, la poca previsibilidad sobre qué puede suceder en el corto y mediano plazo, las exigencias laborales y familiares o un entorno complicado aumentan notablemente la posibilidad de padecerla. Y no es antojadizo utilizar la palabra padecer, ya que es así como se siente, resultando muchas veces inmanejable para algunas personas.
No hay que dejar de lado para comprender sus alcances, que la ansiedad también es provocada en el uso excesivo de la tecnología. Se puede observar por la espera de respuesta inmediata a un mensaje de WhatsApp hasta pasar gran parte del día conectados a medios virtuales.
La ansiedad, cuando pasa de ser un episodio ocasional a ser algo cotidiano se convierte en un trastorno que puede derivar en fobias o ataques de pánico. A nivel físico son muy claros los síntomas: palpitaciones, sudoración, dolor de cabeza, nerviosismo, por citar solo algunos.
La necesidad de prácticas que bajen la ansiedad se vuelve imprescindible, desde el sano ejercicio de concentrarse en la respiración a la elección de practicas como el yoga o la meditación. Lo importante siempre es tomar conciencia de lo que sucede, tener registro del propio estado emocional y pedir ayuda profesional cuando solo no se puede.
La salud emocional es parte del propio Ser, tal como la salud física. En realidad ambas van de la mano, una incide directamente en la otra y el ocuparse de su bienestar es una tarea de cada día.