Tiempos desafiantes
Tiempos sumamente desafiantes los que atravesamos. Tiempos surcados por intensas emociones. En el mundo estamos viviendo meses donde nuestra capacidad de aceptación, paciencia, fortaleza y templanza se ponen a prueba.
Aceptar lo que es, una realidad que se nos impuso sin previo aviso.
Paciencia ante un tiempo donde no tenemos certezas de hasta dónde y hasta cuándo.
Fortaleza para transitar este presente y prepararse para un futuro complejo en muchas áreas de lo que será nuestra nueva cotidianeidad, porque más allá del pueblo, de la ciudad, del país donde vivamos, para el mundo todo los que vendrán serán tiempos de muchos cambios.
Templanza para mantener el equilibrio emocional necesario para acompañar a otros, para hacer frente a decisiones que tomar, para encarar nuevos caminos.
La incertidumbre, eso tan propio de la existencia humana pero mayormente mantenida en manera inconsciente, en un abrir y cerrar de ojos se nos hizo visible. Todas nuestras certezas dejaron de ser. El presente se convirtió en un aquí y ahora como lo único concreto con lo que contamos, de una manera como pocas veces, para toda la humanidad.
Vivimos anhelando lo que perdimos, o con tristeza por lo que creemos que vamos a perder. Vivimos redescubriendonos como quizás no nos dimos nunca el tiempo necesario para hacerlo.
Extrañamos personas, espacios, vivencias. Pensamientos y emociones nos invaden, y tenemos la oportunidad de escucharnos, de reconocernos en los miedos, las angustias pero también en la esperanza y la fe. Solemos hoy revalorizar cuestiones que hasta ayer parecían no importarnos tanto.
Un tiempo inedito para la gran mayoría, si no tal vez para todos. Tiempo de aprendizaje. Tiempo de empatizar, de abrir el corazón, de escuchar sin juzgar. Tiempos de acompañar. Tiempo de decir presente en la vida de otros. Tiempo de expresar sentimientos. Tiempo urgente de amar sin condiciones. Y también tiempo de agradecer.
Que esto sirva para reconstruirnos sobre bases internas sólidas, para iluminar almas, para abrir consciencias, para mejorar desde sí mismo, más allá de lo que los otros elijan hacer.
Un tiempo desafiante, una oportunidad única, una posibilidad personal y comunitaria donde cada cual puede elegir responsable y comprometidamente dar un paso cualitativo para mejor en su existencia.