Revivir felicidad

En mayor o menor medida, todos comprobamos que aquellos momentos que consideramos felices viven para siempre en nosotros. El darnos la posibilidad de revivirlos trayéndolos a este aquí y ahora es completamente posible, representan un bálsamo predisponiéndonos positivamente en momentos complejos o bien, ante nuevos desafíos que tengamos que llevar adelante. Merecemos brindarnos ese obsequio. Tal vez te preguntes hoy como lograrlo, ¿verdad? Aqui te lo comparto.

Lo primero que tienes que hacer es cerrar  los ojos, respirar profunda y conscientemente hasta lograr relajarte por completo, acepta el tiempo que te lleve hacerlo, sé paciente. Permite que tu mente traiga en forma de recuerdos aquello que desees revivir, brindándote la posibilidad de observar todo como si fuera una película: colores, olores, sensaciones, emociones, palabras, silencios, que todo aquello vuelva a cobrar vida. Observate en cada escena, observa detalladamente lo que ves, lo que sentís, quien o quienes están a tu lado, que sentis ante sus presencias. Permite que tu cuerpo conecte con las sensaciones que tuvo en aquel momento de felicidad. Comprobarás finalmente que el tiempo, aquel pasado y este presente no son más que una invención humana, que lo vivido y lo sentido viven en tu alma, tu cuerpo, tus emociones y tus sentimientos. Tu mente no sabe de tiempos, interpretará como real hoy, lo que pudo suceder ayer. Así que solo entrégate a la experiencia y disfruta, disfruta mucho.

Todo lo vivido y sentido allá entonces puede estar aquí, como lo expresé, tu cuerpo conserva en sí la memoria emotiva de todo lo transitado y, sin más, podes reactivarla cuando lo desees. Ante esta experiencia que puede interpretarse como mágica en algún punto, podrás hoy sonreír, reír con ganas o tal vez, por qué no, permitir que se asomen lágrimas de pura emoción al revivir lo que te provocó, y provoca hoy nuevamente, tanta felicidad.

Al finalizar tamaña vivencia, agradece profundamente al Universo haber sido protagonista de este regalo tan necesario, tan grato, tan imprescindible…

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